Son las 830am del Domingo, cargo
en mi espalda (y en mis rodillas…) unos buenos 10 ó 12K y voy bajando de la
Cota soñando con llegar a mi casa para
tomar el muy merecido 2do desayuno del día…es el premio que me doy luego de una
semana intensa de trabajo, maternidad y entrenamiento. A lo lejos reconozco las
siluetas del grupo…si son ellos. Me embargan sentimientos encontrados: “¿me escondo?, ¿Arranco a correr y les hago
creer que todavía no he terminado? Pero quiero ir con ellos…quiero reírme con
ellos, disfrutar de esa sensación tan sabrosa de pertenencia que me producen”…y
sin darle más vuelta al asunto voy al encuentro con lo que hasta ahora ha sido
para mí algo felizmente inevitable: subo el Ávila por la Julia en compañía de
la linda gente de @trotalaurbina.
Una compañera cuando me ve
indecisa suele darme el último empujoncito: “anda Suha…tu sabes que quieres ir”,
otro me comenta con tono pícaro: “si de verdad no quieres ir con nosotros…vas a
tener que salir a correr más temprano…para que no nos encontremos”. :-P
Evidentemente hay una gran, gran
motivación por la presencia de mis compañeros, pero ¿qué es eso otro que me
empuja a subir el Ávila aunque no tenga “planeado” hacerlo? Más allá de que sería
un “pecado capital” tener tan cerca nuestra querida Montaña y no aprovechar la
generosidad de sus trochas (fáciles y menos fáciles…hay para todos los gustos y
condiciones físicas) y la hermosura de sus vistas, sospecho que debe haber algo
más.
Leyendo por ahí, me dí cuenta
que es muy común que los corredores suban montaña como Cross Training y me
gustaron mucho las 5 simples razones que una ultramaratonista expuso en su Blog de Women´s running magazine. Se las dejo parafraseadas a continuación:
1. Obtendrás un excelente entrenamiento
cardiovascular y de fuerza que son de bajo impacto. Inclusive una subida corta
te hace necesitar una mayor cantidad de aire. Si eres una corredora que no está
acostumbrada al trail training, impulsar tu cuerpo hacia adelante en distintos ángulos
de inclinación es la forma perfecta para despertar algunos músculos que habías
olvidado que tenías, y también a tus pulmones.
2. Se pueden tomar fotos muy buenas en poses de Yoga trepada en alguna roca y con la ciudad de fondo… o simplemente sáltate lo de las fotos y sólo has Yoga. ;-).
2. Se pueden tomar fotos muy buenas en poses de Yoga trepada en alguna roca y con la ciudad de fondo… o simplemente sáltate lo de las fotos y sólo has Yoga. ;-).
3. Las vistas SIEMPRE valen la pena. El tesoro de éste planeta está ahí, frente a nosotros, aquí y ahora.
4. El aire es increíble. Ya sea que estés en la cumbre de la montaña o rodeada de matorrales en medio de la trocha, el aroma del eucalipto y otras plantas silvestres y fragantes que crecen en la montaña ¡es energizante!
5. El sonido de la naturaleza, una quebradita, los animalitos escabulléndose por ahí, el hermoso canto de los pájaros, tus pies pisando hojitas y pateando las piedritas del camino, te recuerdan la más básica y visceral conexión que tenemos con ésta hermosa tierra.
Seguramente hay cientos de
razones por las cuales subir la montaña es perfecto para complementar nuestro
entrenamiento como corredores… ¡comenten y compartan las suyas propias!
La energía que nos da el cerro es incomparable. Gracias por el artículo Suhail.
ResponderBorrarDivina la forma en que describen esta pasión por escalar el Avila, el tesoro de los caraqueños!
ResponderBorrarEs cierto amiga Suha subir a nuestro cerro Avila es una sensación mágica y es por ello que a veces nos escapamos para poder vivir la maravillosa experiencia de estar en contacto con la naturaleza y cargarnos de esa energia positiva que nos rejuvenece.
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